De acuerdo con algunos médicos el consumo moderado de vino puede tener algunos beneficios para la salud, cabe señalar que es importante tener en cuenta que estos beneficios se obtienen cuando se consume con moderación y como parte de un estilo de vida saludable en general.
Y es que el vino tinto contiene antioxidantes (como polifenoles y resveratrol), que pueden ayudar a proteger el cuerpo contra el daño causado por los radicales libres (causantes de la arteroesclerosis, cáncer, hipertensión arterial, entre otras enfermedades) y reducir la inflamación.
Estudios sugieren que el consumo moderado de vino tinto puede tener efectos beneficiosos para la salud del corazón. Se cree que los antioxidantes presentes en el vino pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares al mejorar la función de los vasos sanguíneos y aumentar el colesterol “bueno” (HDL).
Además, hay investigaciones que han asociado el consumo moderado de vino tinto con una reducción del riesgo de padecer diabetes tipo 2, ciertos tipos de cáncer (como el cáncer de colon) y enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
El resveratrol el cual mencionamos anteriormente, está presente en el vino tinto y ha sido objeto de investigación en relación con su posible efecto protector en el cerebro, lo que podría estar asociado con un menor riesgo de enfermedades neurodegenerativas y un mejor funcionamiento cognitivo. Esta sustancia, de acuerdo con The Faseb Journal, hace que nos activemos ante situaciones de cansancio o apatía.
Por otra parte, la Universidad de California reveló que disfrutar de una copa de vino, provoca que nuestro organismo libere endorfinas, las cuales son neurotransmisores que se encargan de hacernos sentir bienestar y felicidad.
Es importante destacar que la clave para obtener estos beneficios es el consumo moderado, es decir, una copa al día para las mujeres y hasta dos copas al día para los hombres, la cantidad respecto al género tiene que ver con nuestros sistemas. El consumo excesivo de alcohol puede ser perjudicial para la salud y aumentar el riesgo de enfermedades relacionadas con el alcohol, problemas de salud mental y dependencia.
Claro está que lo más recomendable es consultar a un profesional de la salud antes de realizar cambios en el consumo de alcohol y más aun si tienes alguna condición médica preexistente.
Muchos nos seguimos preguntando si este era la receta secreta de la reina Isabel II, quien de acuerdo a varios medios de comunicación se tomaba cuatro copas en el día de distintas bebidas, la primera se especulaba que era un cóctel de ginebra con vino dulce, en la comida una copa de vino, en la cena un Martini seco y antes de ir a la cama una copa de champagne.
